22 jun 2012

Desayuno con diamantes.


¿Cuales son tus miedos? ¿cuales son tus mayores temores? ¿Qué es lo que hace que se te erice la piel, se eleven tus pulsaciones y se te corte la respiración?
Antes se decía que se tenía miedo a lo que no se conocía, pero ahora hay dos formas de verlo; temes a lo que conoces y a lo que no, o no temes a nada.
Ocurre que a veces conoces y no le tienes miedo pero ¿ puedes conocer el mar y tener miedo de él?

Pienso firmemente que hay que tener más miedo a las personas que al resto del mundo. Es cierto que los animales pueden atacar pero las personas también. Una persona dañada es lo más peligroso del mundo, sabe lo que es el dolor y ya no le tiene miedo. Una persona con cicatrices no visibles, también es peligrosa, sabe lo que es luchar, lo que es arañar y el precio de lo que eso supone.

El miedo no es una sensación negativa, ya que te avisa de que esa situación que parece tan normal no lo es, te avisa que te prepares para correr o para luchar. A veces correr no es de cobardes, no veo la cobardía de correr para mantenerte con vida.
Hace un par de meses, que leí ´´La reina del sur`` de Pérez Reverte, y describía la escena en que la protagonista se daba cuenta de que la iban a matar y es una escena tan normal. Ella esta en el baño y solo con oír el sonido del teléfono, lo sabe. Su miedo lo sabe. Y es el miedo el que la obliga a correr a pesar de que sus piernas no le sostienen, el que le hace apretar el gatillo a pesar de que un sudor frío la recorre el cuerpo.
Me gustan los libros que me hacen pensar, que me marcan, que me cambian.
Este libro me hizo pensar en ¿cual es mi precio? Sí, cual es mi precio, por el cual lo daría todo lo que tengo y sencillamente creo que el precio de las personas no es monetario. En un principio si, puede ser que seas un traicionero por dinero pero ¿qué hay detrás de ese dinero? Ambición, arrogancia, necesidad, desesperación...etc.
Todos tenemos un precio y es en las situaciones complicadas donde demostramos quienes somos.
¿Cuál es tu precio?

Un beso.
S.

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