A veces creo que sí, pero
no tengo claro si quiero ser la droga o la adicta... Creo que no
quiero ser ninguna. No sé estar en pareja, me gusta la libertad,
pero supongo que el amor en libertad es tan difícil como el amor
verdadero, y que cuándo tienes un amor con libertad no es del todo
verdadero, ¿y un amor verdadero puede tener libertad? Supongo que
sí, pero los sentimientos son peligrosos. No me gusta sentir, no me
gusta enamorarme , es como dejar traspasar la coraza que me protege y
una vez que está dentro, se acabó. Y es que él ha traspasado
todas las corazas y eso del todo no me gusta. Me deja a su merced, a
lo que él quiera , y eso tampoco me gusta. Yo creía haberme
enamorado antes pero no es verdad. No es como esto. Esto es
verdaderamente superior pero me aterra. No me gusta estar al borde y
con él me encuentro así. Él le busca futuro pero yo no se lo
encuentro. Él intenta unirnos y yo quiero separación de bienes. Él
es tradicional y yo intento ser lo más radical posible. Él intenta
que no note sus celos y yo intento no enfermar de celos por él.
Somos totalmente opuestos, él es la naranja y yo el limón. Y
definitivamente todo esto acaba por sacarnos de quicio. Y eso que él
es más gruñón. Esto me enloquece. Él me enloquece. No sé lo que
siento por él, ni yo me entiendo. A veces creo que sería mejor
dejarlo por que yo no se hacía donde vamos. Pero luego si siento que
se va, es como si me negaran el oxígeno. Sé que él es lo que
quiero pero... Sí soy toda pero, pero, pero... Creía que era
optimista y a su lado lo soy pero (ya estamos otra vez) a su lado
también soy negativa. Es como cuando te encanta el chocolate pero no
puedes comerlo y te lo ponen ahí y tu intentas poner toda tu fuerza
de voluntad pero caes. Y quieres saborearlo pero cuando lo saboreas
no puedes parar, quieres más y más y te acabas de comer la tableta
entera. Y ya no hay marcha atrás, ya no sirven los remordimientos ni
las promesas.
Lo mismo me sucede en el
mar, adoro el mar, y estoy deseando todo el año meterme en él. Pero
llega el momento, y me recorre un sudor frió, no saber lo que hay
debajo de mi y ponerme tensa, y verme pequeña en esa inmensidad
azul. Pero llega la hecatombe... me pongo tensa, tensisima y a mi,
que me toca todo, hasta cuando estoy sola pues imaginaos, después me
relajo y creo que a veces es mejor no saber lo que hay en el fondo
del mar. No podemos conocer todo lo que nos rodea, y supongo que es
más bonito así.
Y a mi me pasa justo eso.
Bueno no exactamente. Pero es que sin él no me encuentro, no soy yo.
Pero con él tampoco es luz y color. Son dudas, miedos y
desconfianza. Es un cúmulo de mal rollo. Y llega la hecatombe.
Pero también hay momentos
buenos que aunque a veces no lo vea, son más que superiores a los
malos, es verdad que en una tarde pueden pasar muchas cosas y no es
para nada lineal. Supongo que soy una controladora y esto se me
escapa de las manos. Pero así son los sentimientos ¿no? Una vez que
los controlas es que todo se ha acabado. Creo que soy tan volátil
como los sentimientos, y que algo pueda conmigo no entra en mi
vocabulario. Por que aún no tengo claro si soy fuerte, pero lo que
si tengo claro es que soy una luchadora , y quiero luchar por eso y
es que hay algo que no puedo negar, soy cabezona, muy cabezona.
Bueno, voy a estar un poco desconectada, pero vendré con nuevas ideas :)
un beso
S.